Reseña #5 | La maldición de las musas.
8:00Autor: Javier Ruescas.
Editorial: Versatil.
Fecha de publicación: 2010.
Páginas: 448.
Segunda parte de Cuentos de Bereth.
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Reseña sin spoilers.
Pero podría tener datos del primer libro.
Para empezar tengo que decir que con este libro he hecho trampa y no está del todo leído en 2016. Me lo empecé en noviembre (?) del año pasado y lo deje abandonado o iba leyendo capitulos cuando no tenía otra cosa empezada. No fue hasta que estuve en mitad de exámenes y me dije que no podía empezar otro libro y engancharme salvajemente, cuando decidí darle el empujón final.
Creo que la razón por la que me cuesta tanto conectar con este libro son los personajes. En realidad, todos me atraen y llaman mi atención pero no terminó de sentirme segura a ninguno. Duna, la protagonista, me sigue pareciendo tan lejana como en el primer libro, es como si tuviera una forma etérea. Es un personaje que me da la sensación que si tuviera delante y alargase la mano, se borraría en el aire. No sé. Es una sensación muy extraña la que me provoca. Por su parte, Adharél sí me gusta pero me parece un personaje en potencia más que un personaje que este desarrollado. De hecho, de los dos libros los personajes que más han llamado mi atención han sido los secundarios y los que aparecen por primera vez en este libro me han resultado fascinantes, en especial, las gemelas. Creo que son los únicos personajes que realmente veo bien desarrollados. Me gusta su historia, su personalidad y la manera que tienen de actuar. Me las creo y conecto con ellas. Los demás, me son bastante efímeros.
Sin embargo, y frente a sus personajes, la ambientación de los libros me tiene totalmente atrapada. Me encanta lo que Ruescas ha creado. El Continente y cada uno de sus reinos y parajes son llamativos y casi —por no decir del todo— más tangibles que sus personajes. Todo ese amasijo de reinos que están unidos y a la vez enfrentados, los lugares perdidos y ocultos del Continente y sus diversas gentes. El mundo es muy real y, realmente, merece la pena. Más todavía en este libro que empieza a cobrar muchísima más fuerza. Porque sí en La maldición de las musas, como suponíamos desde el final de Encantamiento de luna vamos a ver diversos lugares y reinos. Es alucinante lo trabajado que está la historia de cada reino y su peso en la historia. Eso es otra cosa que hay que concederle al autor: si te muestra una cosa, es porque tiene que estar ahí. No da información que no te vaya a servir para nada. Tú esperate, que antes o después descubrirás porque ha enfocado aquí o allí. Y eso es a.lgo que valoro mucho en este libro, porque no se va por las ramas y consigue crear mucho más allá de una trama principal. Y, personalmente, soy una fan incondicional de las historias con hilos que se van tejiendo juntos.
Sin duda, lo que más me ha enamorado de este libro —y, sí, digo enamorado porque estoy tan encantado con ello que volvería a releer esa parte— es el por qué del título del libro. No quiero hablar mucho sobre ello porque sería entrar en spoilers y, como entre, se nos eterniza esto. Solo diré que bendita cosmogonía que crea Javier Ruescas y que a mí se me gana muy facilmente, si me metes una leyenda. No, no os estoy haciendo spoilers porque hasta yo me lo olía venir desde que cogí el libro y leí el título. ¡Y no tenía ni idea de con la maravilla que me iba a encontrar! Todo es tan ♡ Me encanta como la ha liado el autor, ya está. Estoy deseando ver como lo resuelve todo y que más nos ofrece. Estaba muy desanimada con el libro y apunto de dejarlo (casi lo mismito que me paso con el primero, no conseguí engancharme hasta que la trama y los misterios me explotaron en la cara). Así que, sí, diré que la ambientación y la trama son los puntos fuertes de este libro —o esta trilogía—. Se ha creado una cosa muy bonita y la imaginación que desborda es alucinante. Pero tampoco voy a negar que los personajes y el estilo no me terminan de gustar. Seguí leyendo porque quería saber que pasaba y porque me gustaba lo que me estaban contando pero no cómo ni quién lo hacía.
No me parece ninguna novedad ni creo que introduzca nada que no se haya visto en ninguna otra parte y, sin embargo, tengo la sensación de no haber leído nada parecido. ¿Extraño? Mucho. Creo que es lo bien trabajada que esta la ambientación —me estoy poniendo pesada con esto pero que queréis soy un proyecto de historiadora, no podéis darme lo que pasó y condicionó nuestro presente (o el de la historia) y no esperar que necesite saber que pasa—. Creo que este libro tiene muchas posibles maneras de calar y gustar a la gente y depende de cada cuál. Mi problema radica en que lleva las expectativas muy altas, demasiado,y en la mayoría de los personajes.
¿Lo has leído? ¿Quieres tanto a Duna como yo? ¿Dime que no te gustaron las historias de la historia?
Creo que la razón por la que me cuesta tanto conectar con este libro son los personajes. En realidad, todos me atraen y llaman mi atención pero no terminó de sentirme segura a ninguno. Duna, la protagonista, me sigue pareciendo tan lejana como en el primer libro, es como si tuviera una forma etérea. Es un personaje que me da la sensación que si tuviera delante y alargase la mano, se borraría en el aire. No sé. Es una sensación muy extraña la que me provoca. Por su parte, Adharél sí me gusta pero me parece un personaje en potencia más que un personaje que este desarrollado. De hecho, de los dos libros los personajes que más han llamado mi atención han sido los secundarios y los que aparecen por primera vez en este libro me han resultado fascinantes, en especial, las gemelas. Creo que son los únicos personajes que realmente veo bien desarrollados. Me gusta su historia, su personalidad y la manera que tienen de actuar. Me las creo y conecto con ellas. Los demás, me son bastante efímeros.
Sin embargo, y frente a sus personajes, la ambientación de los libros me tiene totalmente atrapada. Me encanta lo que Ruescas ha creado. El Continente y cada uno de sus reinos y parajes son llamativos y casi —por no decir del todo— más tangibles que sus personajes. Todo ese amasijo de reinos que están unidos y a la vez enfrentados, los lugares perdidos y ocultos del Continente y sus diversas gentes. El mundo es muy real y, realmente, merece la pena. Más todavía en este libro que empieza a cobrar muchísima más fuerza. Porque sí en La maldición de las musas, como suponíamos desde el final de Encantamiento de luna vamos a ver diversos lugares y reinos. Es alucinante lo trabajado que está la historia de cada reino y su peso en la historia. Eso es otra cosa que hay que concederle al autor: si te muestra una cosa, es porque tiene que estar ahí. No da información que no te vaya a servir para nada. Tú esperate, que antes o después descubrirás porque ha enfocado aquí o allí. Y eso es a.lgo que valoro mucho en este libro, porque no se va por las ramas y consigue crear mucho más allá de una trama principal. Y, personalmente, soy una fan incondicional de las historias con hilos que se van tejiendo juntos.
Sin duda, lo que más me ha enamorado de este libro —y, sí, digo enamorado porque estoy tan encantado con ello que volvería a releer esa parte— es el por qué del título del libro. No quiero hablar mucho sobre ello porque sería entrar en spoilers y, como entre, se nos eterniza esto. Solo diré que bendita cosmogonía que crea Javier Ruescas y que a mí se me gana muy facilmente, si me metes una leyenda. No, no os estoy haciendo spoilers porque hasta yo me lo olía venir desde que cogí el libro y leí el título. ¡Y no tenía ni idea de con la maravilla que me iba a encontrar! Todo es tan ♡ Me encanta como la ha liado el autor, ya está. Estoy deseando ver como lo resuelve todo y que más nos ofrece. Estaba muy desanimada con el libro y apunto de dejarlo (casi lo mismito que me paso con el primero, no conseguí engancharme hasta que la trama y los misterios me explotaron en la cara). Así que, sí, diré que la ambientación y la trama son los puntos fuertes de este libro —o esta trilogía—. Se ha creado una cosa muy bonita y la imaginación que desborda es alucinante. Pero tampoco voy a negar que los personajes y el estilo no me terminan de gustar. Seguí leyendo porque quería saber que pasaba y porque me gustaba lo que me estaban contando pero no cómo ni quién lo hacía.
No me parece ninguna novedad ni creo que introduzca nada que no se haya visto en ninguna otra parte y, sin embargo, tengo la sensación de no haber leído nada parecido. ¿Extraño? Mucho. Creo que es lo bien trabajada que esta la ambientación —me estoy poniendo pesada con esto pero que queréis soy un proyecto de historiadora, no podéis darme lo que pasó y condicionó nuestro presente (o el de la historia) y no esperar que necesite saber que pasa—. Creo que este libro tiene muchas posibles maneras de calar y gustar a la gente y depende de cada cuál. Mi problema radica en que lleva las expectativas muy altas, demasiado,
¿Lo has leído? ¿Quieres tanto a Duna como yo? ¿Dime que no te gustaron las historias de la historia?
PD.- Empiezo a creer que si un libro me gusta mucho, saco todo lo malo de él (necesito quejarme de lo poquito que le faltaba para ser perfecto); y si un libro no me gusta tanto, digo cosas bonitas de él (¿será que necesito quedarme con lo bueno?). ¿Te pasa también?
4 comentarios
Jejeje! Me ha encantado tu reflexión final!!! Lo que a mí me pasa es que cuando el libro no me gusta mucho, siempre lo leo hasta el final... Es como si quisiera darle una oportunidad, ¿quién sabe si el final es increíble? Y si el libro es muy bueno, lo leo muy poco a poco, para disfrutar de él al máximo y que no termine tan pronto!
ResponderEliminar¡Exactamente!, eso de "¿y si el final es increible?" me pasa muchiiiisimo.
EliminarUn abrazo :3
Me gusta mucho Javier Ruescas y no me importaría darle una oportunidad aunque hemos de tener en cuenta que es de sus primeras obras y ha de notarse¡¡¡ genial reseña¡¡ ya te contaré¡¡¡
ResponderEliminarYo antes era más crítico... ahora intento resaltar más todo lo bueno...
Sí, sí, es de lo primero que sacó. Cuando acabé esta trilogía, quiero probar con la nueva que ha sacado o alguno de los autoconclusivos para ver si mejora con el tiempo. Será un placer escuchar que te parece a tí *-*
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