¡Primera vez publicada! | Resumen primera mitad 2020
12:45Hemos mediado ya este extraño 2020 y toca recapitular cómo va el año, escritorilmente hablando, y qué intenciones tengo para los meses que quedan. Hace un par de años me hice un Excel dónde registraba todo lo que escribía en diferentes categorías (diferenciando entre meses y categorías como rol, relatos, novela, etc.) y así lo tengo bastante fácil para mirar cómo va el año y qué cosas tengo (siempre hay que tener presente los escritos sueltos que tienes guardados por si aparece una convocatoria al que lanzarlo). De hecho, estoy pensando en darle una vuelta a la tablilla (al fin y al cabo, tiene ya un tiempo y ya conozco cosas que le sobran y elementos que podrían mejorarlo) y dejarlo libre como recurso en el blog; pero eso sería parte de proyectos para lo que resta de 2020 y vamos a empezar por dónde hay que hacerlo.
¿Qué caminos he tomado desde enero de 2020?
Con la oposición mi ritmo de escritura cayó en picado. Yo misma acepté que mientras que opositara y, en especial, los meses más duros me podía olvidar de escribir. Aun así, algo escribí porque ese escrivivir del que habla mucho Ángela hace que soltar palabras sea una necesidad. Sí, viene bien y desahoga mucho. Pero también es cierto que, pese a las ganas, estaba muy cansada de pasar el día entre letras y lecturas y escribí poco... hasta que llegó el confinamiento. Entonces sí que tuve que aferrarme al escrivivir. Volver al rol me dio la vida en la pandemia y el aplazamiento de la opo, una vez superado el bache emocional, me demostró que no podía seguir prescindiendo de algo que me gusta tanto. Me había dicho que ya retomaría todo tras el examen de junio, pero, con el examen aplazado un año, recalculé el recorrido, aprendí de estos meses y busqué una solución mejor.
En comparación con otros años se nota, se nota mucho que en oposición no le dedicaba el tiempo que me gustaría a escribir. Luego, fue evidente lo presente que sigo teniendo el rol en mi vida. Me gusta mucho escribir en compañía y tengo unas amigas roleras que molan mucho. Amo nuestras tramas. Nuestro foro siempre es un hogar al que volver y del que no irse. De las historias largas me alejé con la oposición porque no quería estar distraída pensando en ello mientras estudiaba, y siempre que tengo una en mente acabo pensando en ellas cada dos por tres. Así que las sacrifiqué porque consideré que no podía permitirme esa distracción este año. Espero, sin embargo, hacerlo de otra manera ahora y poder mantener un equilibrio. De vez en cuando sí me encontré con relatos, tanto para convocatorias como para desahogarme, porque me apetecía escribir. Ahora tengo varios que pulir y ver si qué hacer con ellos. La no ficción la cuento a nivel blog para llevar un conteo, pero lo académico no lo registro porque me rompería las estadísticas.
Pero, aunque estos meses han sido un tanto secos a nivel de escritura, también han traído algunas hitos importantes en este camino escritoril que recorro. El más importante, por supuesto, es la publicación de la Antología Talasofilia. Mi relato «Grita, niña, niña» fue seleccionado para la antología benéfica que organizó Lucía el año pasado y, por fin, el día 23 de junio vio la luz. Hablaré de forma más detallada sobre todo el proceso, la emoción de ver los avances, la ilusión de tenerlo en las manos y del feedback que estamos recibiendo dentro de poco, pero ha sido una experiencia genial y un empujón notable para retomar la escritura después del agarrotamiento de estos meses. También en junio mi relato «Las aguas del destino» recibió la mención de honor de la revista Generación Lectora para su número 2. Fue todo un chupinazo de energía porque adoro escribir sobre el mito artúrico y era un relato muy personal. Puede que pronto sepas más de él.
En definitiva han sido unos meses en los que he estado bastante apartada del mundo de la escritura (la vez que más lo he estado ha sido este último año por la oposición), pero también he recogido los frutos que había ido sembrando antes. Recogerlos me ha recordado lo importante de trabajar en ello, seguir teniendo ilusión y hacer lo que me gusta siempre. Y, por ello, espero no volver a separarme tanto de la escritura como lo he hecho estos meses.
Intenciones para lo que queda de 2020
La intención principal es, sin duda, no abandonar la escritura tanto estos últimos meses. Quiero encontrar un equilibrio; sé que el ritmo que tenía en otros años (sobre todo, en el rol) va a ser imposible durante una larga temporada, pero eso no significa que tenga que dejar de lado algo que me da tanta vida. Sin embargo, no puedo decir un simple «ale, venga, sigo escribiendo» y ya está. Quiero hacerlo bien para no abandonarlo de nuevo al primer agobio o no olvidar, al menos, que esto no es una perdida de tiempo.
Mi primer propósito es el CampNaNoWrimo de 2020. Por ahora estoy muy inmersa y me he apuntado a varias iniciativas (CampNaNoInsomne y CampwithJ) para mantener la costumbre de escribir y hacerlo en compañía. Lo he hecho con el Proyecto LaQueHeLiao', una idea que empezó a rondarme hace no mucho y que por su tono dicharachero, desenfadado y reflexivo me venía bien escribir ahora.
Puesto que quiero solucionar el problema de estar alejada de historias largas durante la opo por la distracción, voy intentar superarlo dejando escaletado todo. ¿Qué quiero decir? Necesito algo que sea escribir (que sí que el cuerpo me lo sigue pidiendo), pero no pensar tanto (no puedo estar distraída en grandes cuestiones porque me vuela la mente). Así que mi intención es dejar preparados Proyecto Colonización y Proyecto Principio y Fin para los próximos meses de oposición. Ambos están estructurados en líneas generales, pero el detalle de los capítulos lo iba haciendo por bloques; ahora quiero dejar eso entero listo para cuando los retome. Creo que así tendré siempre para escribir cuando me apetezca y podré seguir la línea sin fantasear en mis historias demasiado mientras estudio.
También quiero participar en más convocatorias. Aunque siempre he sido de historias largas, desde que hace un año y medio o así descubrí el mundo del relato me ha fascinado el género corto. Además, como mientras que opositaba sí que he escrito algún relato, sé que puedo manejarlo cuando me apetece construir y no solo escribir. Pero sí que quiero ser un poco más consciente y no ir al filo como siempre. Voy a escribir lo que me apetezca, pero también estaré pendiente de convocatorias (gracias al canal de Convos en el bolsillo de Iván Mayayo). Además, tampoco quiero dejar de lado el rol escrito, porque me gusta mover a mis niños después de tantos años y me emociona y divierte mucho escribir en compañía de las chicas. ¡Sigo pasándomelo pipa hablando de nuestras tramas! También quiero mantener el blog, porque siempre me ha gustado este canal de expresión. Sé que lleva mucho trabajo detrás y mucha planificación-estrategia y con la oposición no podré lidiar con ello de la manera más efectiva; pero quiero seguir escribiendo cosas que luego a mí me gusta releer (sí, sigo leyendo con cariño mis viejas entradas). Por el momento con mantener mis idas de olla estará bien y, luego, ya veremos.
En definitiva, el inicio de 2020 me demostró que estar apartada del mundo de la escritura, pese a ser una decisión necesaria, podía ser una decisión revisable; y espero que la segunda mitad de año me enseñe a mantener esta actividad que tanto disfruto, aunque sea a un nivel más bajo, más de calentar motores, por el momento.
¿Tu primera mitad de 2020 a nivel de escritura cómo ha ido?
Publicado el 5 de julio de 2020.
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